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viernes, 24 de diciembre de 2010

Ángel Felicísimo Rojas



Nació en 1909 en un recinto rural cercano a Loja llamado “El Plateado”, en esa ciudad estudió, en Guayaquil realizó sus estudios universitarios, ciudad en la que se incorporó al “Grupo Guayaquil”, agrupación más importante de la novela ecuatoriana. 




Aunque su producción literaria fue poca, pues no cuenta la cantidad sino la calidad. Su obra se clasifica en novela, cuento, ensayo y trabajo periodístico.
Ángel Felicísimo Rojas tiene un estilo que sin caer en lo vulgar es sencillo y de fino humor.

La primera de sus obras fue la novela Banca, la cual fue escrita en 1938. Banca es de carácter autobiográfico, describe la juventud de Andrés Peña (álter ego del autor) y su vida estudiantil. Trata sobre un tema actual como lo son las experiencias escolares. Habla sobre el tiempo perdido pero que ha sido recuperado por la memoria.



El éxodo de Yangana fue escrita en 1949, y es su obra más lograda y reconocida, es una narración que  expresa los movimientos literarios de los años treinta, como lo es el realismo social. Se la considera como una obra madura y una de sus características es el lenguaje que maneja el escritor. Habla con modismos lojanos y lengua de ancestro popular, prácticamente obliga al lector a que le guste la obra, a que lean y relean la magnífica prosa del escritor. 


Esta novela con expresiones épicas narra el conflicto de tierras en una población alejada de los grandes centros urbanos, explotada por los jefes que siendo cómplices de las autoridades locales, toman la justicia por sus propias manos, y que luego abandonan el pueblo por temor a las consecuencias y buscando nuevas  tierras en otras regiones.



En 1946 presentó con la Casa de la Cultura Ecuatoriana el volumen de cuentos Un idilio bobo, el cuento del mismo nombre recupera al personaje de Andrés Peña, que mantiene una correspondencia amorosa con una gringa a la cual ni siquiera conoce.
Curipamba fue su última novela publicada en 1983, su temática consiste en la explotación del hombre en las actividades mineras.


El pensamiento y la obra de Rojas se mantienen vigentes, sus novelas, cuentos y artículos de opinión son ejemplos de enseñanza.


“La novela me parece que es una composición de estirpe inmortal, que mientras el hombre exista podrá la novela tener muchas formas”.


“No me quejo de la forma como he podido vivir, pero creo que la vida hubiera podido ser más amable”.                                                                                   ÁNGEL F. ROJAS



Nathaly Barreno
 

sábado, 18 de diciembre de 2010

La Generación Decapitada

En el transcurso del siglo XX en Ecuador surge un movimiento literario que siguiendo los pasos de la literatura europea del siglo XIX. Este movimiento se llamó “La Generación Decapitada”. Los 4 escritores mas reconocidos como: Medardo Ángel Silva, Ernesto Noboa y Caamaño, Arturo Borja y Humberto Fierro.
Lo curioso de este nombre, es el trágico desenlace de la historia de estos 4 escritores, todos se suicidan a muy temprana edad, siendo el mas joven de estos Silva cuando solo tenia 21 años, y Noboa a los 38.
A continuación les daré una breve reseña biográfica de cada uno de estos personajes, que si bien es cierto bastantes trágicos, es necesario conocer de los principales exponentes de la literatura ecuatoriana.
Medardo Ángel Silva: Nace en Guayaquil un 8 de junio de 1898 sus estudios fueron interrumpidos del colegio Vicente Rocafuerte por problemas económicos, por lo cual entra a trabajar en una imprenta, ya para sus 17 años sus poemas eran reconocidos no solo en los mejores diarios de nacionales, sino también en algunas revistas literarias de gran prestigio.
Sus poemas eran reconocidos por la melancolía marcada en cada una de sus líneas, en 1918 presenta su único libro de poesías “El árbol del bien y el mal”. Y un año después el poeta, compositor, y músico se suicida en frente de su enamorada por un amor no correspondido, dando final a su vida.
Ernesto Noboa y Caamaño: nace en Guayaquil en el año de 1891 desde pequeño sufrió una grave enfermedad psiquiátrica, neurosis, que mantenía sus nervios fuera de control y debía ser controlada con morfina. Sin embargo sus largos viajes por Europa, le mostraron un nuevo mundo literario, bajo la mirada de Charles Baudelaire Noboa y Caamaño da inicio a su vida literaria.
Ya para 1922 sus libros como “Romanza de las Horas”, “Emoción Vesperal” eran ya reconocidos no solo por su contenido, sino también por la perfección y delicadeza que expresaba al escribirlos. Finalmente se suicida en el año de 1927.
Arturo Borja: quiteño, nace en el año de 1892 inspirado por la literatura europea en su adolescencia escribe sus primeros poemas, llenos de melancolía y deseos de muerte, Borja llega a ser conocido, a pesar de que no contiene numerosas obras.
“Las Flores del Mal” y “La Flauta de Ónix” fueron sus obras mas reconocidas, hasta que finalmente en el año de 1912 con su obra "los paraísos artificiales que para el eran un oasis" da fin no solo a sus obras sino también con su vida.
Humberto Fierro: nace en Quito en 1890 hijo de una familia aristócrata Humberto Fierro conoce su amor literario a partir de los libros que solía leer en sus tiempos libres. Un dato curioso de este poeta es que el da a conocer por pedido de su colega y también amigo Arturo Borja.
Asi el pasa a ser parte de esta “generación decapitada”, aunque la mayoría de sus obras fueron conocidas después de su muerte, su principal logro fue: “El laúd del valle”. En 1929 se suicida y 10 años después se publica “Velada palatina”.
Pues bien esto son los principales exponentes de nuestra literatura es necesario conocer de ellos, ya que fueron los iniciadores del modernismo, movimiento que consiste en la rebeldía creativa.
Ellos aparte de ser colegas, fueron amigos inclusive se dedicaron poemas entre sí, dando a conocer su melancolía tan característica de este movimiento.



Escrito por: Emily Abril Plata 

jueves, 16 de diciembre de 2010

Arturo Borja "La Generación Decapitada"


Este gran escritor perteneciente a la “Generación Decapitada” aparece junto con otros tres personajes pertenecientes también a este mismo grupo, que incursionaron en la poesía depresiva y melancólica a inicios del siglo XX.

Cabe recalcar que el nombre dado a estos escritores fue puesto por personas que después de la muerte de ellos vieron similitudes.

Retomando a Arturo Borja, poeta quiteño considerado como el precursor del modernismo, aunque se tiene muy pocos escritos de él, estos contienen un profundo sentido y valor literario.
Sus 20 composiciones y 8 poemas conforman “La flauta de Onix” el cual fue publicado por sus amigos después de su muerte en el año de 1920.

Se introdujo en este tipo de literatura después de  su viaje a Francia  en donde tuvo contacto con  grandes compositores  como lo fueron: Baudelaire,  Verlaine,  Mallarmé, etc.
Entonces fue como sus sentimientos de juventud empiezan a tornarse melancólicos y el deseo morir era cada vez más fuerte.

Es así que pocos días después de su luna de miel a tan solo 20 años de edad se suicida con una sobredosis de morfina.

En el siguiente poema se puede apreciar su sentido de ver la vida como algo malo, obscuro, casi sin sentido, dedicado a Alfonso Aguirre





Vas lacrimae
Para Alfonso Aguirre

La pena… La melancolía…
La tarde siniestra y sombría…
La lluvia implacable y sin fin…
La pena… La melancolía…
La vida tan gris y tan ruin.
¡La vida, la vida, la vida!
La negra miseria escondida
royéndonos sin compasión
y la pobre juventud perdida
que ha perdido hasta su corazón.
¿Por qué tengo, Señor, esta pena
siendo tan joven como soy?
Ya cumplí lo que tu ley ordena:
hasta lo que no tengo, lo doy…


                               

Escrito por: Evelyn Bautista

PABLO PALACIO


Pablo Palacio, nació en Loja en el año de 1906. Hijo de madre soltera y su padre no lo reconoció, en su infancia tuvo un accidente que le dejo una huella imborrable, y por el cual se piensa perdió la razón y muere después de siete años de sufrimiento en 1947.
Palacio, fue un escritor muy original, impredecible y contracorriente; hizo una propuesta literaria  mucho más atrevida y algo opuesta a la de su época, algo sarcásticos y con un humor negro, por lo que se hablo mucho sobre sus escritos en los 90.

Por su peculiar forma de escribir, cualquier persona podría reconocer un libro de Pablo Palacio, solo alguien como él podría imaginar cosas de tal naturaleza y por lo mismo también fue uno de los más discutidos, y hasta admirado por los jóvenes escritores de Quito.
Este audaz escritor, publicó tres libros: “Un hombre muerto a puntapiés”, “Débora” y “Vida del ahorcado”, también escribió varios cuentos que salieron publicados en diferentes revistas, unos de estos fueron: “Inquietud”, “El frío”, “Los Aldeanos”, “Comedia inmortal”, “Gente de provincia”, etc.; y el libro con el que se inicia en la literatura: “El Huerfanito”.
Para adentrarme un poco más en su escritura, hablare de dos de sus tres libros, “Un Hombre muerto a puntapiés “y  “La vida del Ahorcado”.

“Un hombre muerto a puntapiés” se publica en 1927 en el que se recopilan varios cuentos; es un libro muy controversial, por el que Palacio fue duramente criticado por la sociedad de esa época, los críticos y escritores decían que se transportaban a un mundo de extremada ordinariez, con personajes que rayaban en lo vulgar, los cuales solo despertaban asco.
La gente no estaba acostumbrada a ese tipo de escritura y fue muy chocante para muchos leer algo así. Lo tildaron de anti-romántico, por el elevado contenido sarcástico del libro.

 “La vida del Ahorcado” aparece en 1932, pocos años antes de que comenzara su terrible enfermedad; en este libro Palacio habla en primera persona. La historia no es clara puesto que Palacio, no logra mantener el hilo de la narrativa, sino que se desvía siempre del tema, y escribe pensamientos vagos que su mente imagina en el momento menos oportuno. Habla de su soledad, ahuyenta fantasmas que lo persiguen, y no tiene personajes, varias veces menciona a una tal “Ana” pero no se sabe quién es. 
En este libro está muy clara la compleja forma de pensar de Palacio, que sería muy difícil de imitar por alguien.

Único, esta es la palabra con la que se puede describir a Pablo Palacio, muy cerrado en su mundo al momento de escribir, haciendo que las realidades pequeñas sean tomadas en cuenta por la sociedad; con una trayectoria muy corta, pero que sin duda alguna dejo grandes huellas en la literatura ecuatoriana por lo cual se lo considero uno de los más importantes escritores de la historia.


Johana Monserrate